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15/05/2022
“Cada vez hay más barreras entre las personas con necesidades y los servicios sociales básicos”
En el día Internacional de las Familias 2022, entrevistamos en la Anna Puig Estela, trabajadora social de la Fundación Gavina desde hace más de 20 años.
En dos frases, como resumirías en 2021 en el Área Social? Cómo crees que ha ido en 2021?
A Gavina estamos siendo capaces de responder a gran parte de las necesidades detectadas, pero soy consciente que, todo y los esfuerzos, no somos capaces de atender todas las necesidades... Queremos responder a las situaciones de vulnerabilidad de los niños del Raval, pero no siempre tenemos la capacidad de responder a todas las nuevas situaciones que van apareciendo.
Qué és lo más negativo que habéis vivido en el Área Social a lo largo de 2021?
Me resulta muy difícil entender como las administraciones públicas cada vez están más lejos de las personas, especialmente de aquellas que tienen más necesidades básicas sin cubrir, como las que nosotros atendemos a la Fundación Gavina.
A veces hace la sensación que las administraciones dejan atrás las personas, especialmente las que más lo necesitan. Las familias se tienen que buscar la vida para acceder a los recursos y poder cubrir sus necesidades de cada día, para acceder a las prestaciones, las becas, etc. Es cómo si la administración le dijera al ciudadano (que a veces incluso tiene dificultades con el idioma y no sabe gestionar según qué temas en una ciudad que no es donde nacieron), “tienes que hacer tal o cual trámite, con certificado digital, con un modelo determinado”, y con unas exigencias que superan las posibilidades de estas personas...
A las familias con necesidades importantes no se los sirven las respuestas puntuales, ni lo “búscate la vida”. Las familias en situación de vulnerabilidad van muy perdidas y hay que estar más cerca de ellas e ir más allá, porque pienso que actualmente los servicios sociales básicos están muy lejos de la realidad de las familias vulnerables. En el mes de agosto en Barcelona había familias sin ingresos y que no tenían recursos para comer, y no siempre hubo una respuesta oportuna y rápida. Y estamos hablando de algo tan básico como es la comida.
Me sorprende que un trabajador social de los servicios sociales del Ayuntamiento diga que le dará de comer a una familia porque ha empezado a hacer cambios en su vida, cuando en realidad los Servicios Sociales son un servicio público al que tienen derecho todas las personas. La alimentación no se puede negar a nadie y no puede depender de si la persona/familia hace o no cambios. Primero hay que cubrir las necesidades más básicas, y después sí que puedes empezar a pedir compromiso, procesos de cambio y proponer planes de mejora, pero no al contrario, no poniendo la ayuda de alimentación como un cebo.
Qué evolución crees que han tenido las familias atendidas a Gavina a lo largo de este año?
Tengo la sensación que tanto entre los niños como entre las familias, en general, hay poca energía, cierto desaliento y un cansancio crónico. Hay una actitud de desgana, y parece que todo se los da igual, porque ven que no hay respuestas a su situación.
Cómo crees que ha afectado la pandemia a las familias que atendemos?
Todo y la pandemia y las restricciones que continuamos teniendo durante 2021, por las continúas oleadas, hemos podido seguir atendiendo las necesidades de las familias en iguales condiciones que antes de la pandemia, con las mismas actividades y servicios. Todo y cierto miedo, a lo largo de los años de pandemia hemos hecho el esfuerzo de atender presencialmente.
Un aspecto negativo de la pandemia es que toda una serie de servicios públicos, como los Centros de Atención Primaria, las oficinas del paro, etc., continúan sin hacer suficiente atención presencial, y esto hace que las personas usuarias, especialmente las vulnerables, vayan muy perdidas.
Por otra banda, las pocas familias que tenían un trabajo al inicio de la pandemia, la perdieron y todavía no lo han recuperado y directamente se han quedado en situación de paro o de ERTE.
También constatamos serios problemas con la vivienda: hay muchas familias viviendo en una habitación o en pensiones, porque han sido desahuciadas. Me atrevo a decir que hoy en día tenemos la mayor cantidad de gente en esta situación desde que soy trabajadora social de la Fundación Gavina, ya hace más de 20 años. No solo hay una falta vivienda, sino sobre todo falta una vivienda de calidad y a precios que sean realmente accesibles para las familias.
Puedes explicarnos algún momento de 2021 que te haya quedado guardado a la memoria?
Un momento muy emocionante que recuerdo especialmente es la salida de familias en Planoles, en el mes de agosto. Por la noche, después de cenar, pusimos música y todas las niñas y niños se pusieron a bailar con sus madres. Fue un momento mágico, de gran sintonía entre madres e hijas/s. Es cómo que conseguimos ponernos en la misma sintonía, en el mismo espacio y tiempo, y todos disfrutamos mucho de este momento.
Cuáles crees que continúan siendo las necesidades más urgentes de las familias y de los niños?
Creo que faltan habilidades filio-marentales y parentales para poder entender los niños y cubrir sus necesidades emocionales y de afecto. Hay que aprender a pasar tiempo de calidad con los hijos y comprenderlos en profundidad para que puedan crecer sanos y fuertes, sabiendo que más allá de cubrir las necesidades básicas, de alimentarse y vestirse, también hay una gran necesidad de acompañamiento vital de los niños.
En este sentido, detectamos que existe una necesidad de atención psicológica. Una necesidad que a veces la familia no ve, pero que claramente existe. Por lo tanto, hay que continuar trabajando para que los padres y madres vean la importancia de este recurso.
Otro problema que tenemos es el nivel escolar de los niños del Raval. Este es un reto como barrio que se tiene que abordar de una manera seria e integral. Y aquí las administraciones públicas también tienen mucho que decir.
Con vistas al 2022 y más adelante, tenemos el reto de poner en marcha talleres participativos de marentalidad y parentalidad; ofrecer horas de atención para ayudar a las familias a hacer las gestiones y trámites ante la ausencia de la administración; dar continuidad a nuestra actividad de vacaciones en familia, que tanto buenos resultados ha dado; y, en resumen, continuar trabajando para acompañar los núcleos familiares en su camino de mejorar las condiciones de vida.
